Septiembre 2021
Hola amigos, el verano termina en Bebedjia y con él los cursos de verano y el Comedor Escolar a diario. Hemos atendido a más de 70 niños durante este verano, dando clases en 4 niveles diferentes, desde preescolar a secundaria y ofreciendo comidas de lunes a sábado para una media de 70 niños diarios, se han estado consumiendo 5kg diarios solo en harina de trigo, a lo que se le añaden el resto de componentes.
Las clases las hemos organizado en horarios de mañana o tarde y el curso de verano ha durado 3 meses.
Las matrículas ya están hechas en cada una de las diferentes escuelas, tenemos un colectivo de 123 niños, entre escolares y bebés en ayuda a la desnutrición. Cabe destacar que este año hemos conseguido llevar a 3 alumnos a la universidad.
Referente a la formación profesional de los adolescentes, hemos puesto en marcha el II Curso de Costura de Bebedjia, un curso intensivo de formación en ese oficio, este año hemos podido comprar otra máquina de coser, en total ya tenemos 5 a pleno rendimiento. En el curso de costura han participado 11 alumnos en total, divididos en 2 grupos, 6 en nivel avanzado y 5 en principiantes. Los resultados son muy satisfactorios y está previsto que la formación en costura se amplié durante todo el resto del curso 21/22
También hemos organizado un taller de formación en agricultura, en el que han participado 7 alumnos, ayudando en la recolección de la cosecha de una familia que necesitaba ayuda.
Por todo esto podemos decir que el verano ha sido todo un éxito y con buenos resultados, nos enfrentamos ya a un nuevo curso, 21/22.
Dejamos pendientes para este año escolar que empieza otros proyectos… la construcción de una sala multifuncional, que albergue una cocina en alto, mesas y bancos para organizar bien un comedor escolar, pero que también podamos utilizar como clase durante los cursos de refuerzo. Actualmente se cocina en el suelo y los niños comen en la calle con la comida sobre una improvisada silla, no hay árboles suficientes para resguardarlos a todos y el porche cubierto del que dispone el centro no es suficiente, el sol pega de pleno mientras servimos la comida sobre la silla. Las clases de los pequeños se dan en el exterior, también bajo un sol abrasador, porque no hay espacio suficiente en el interior del centro para albergar tantas y numerosas clases, con esta sala cubriríamos ambas necesidades.
Y la segunda meta es la construcción de una pequeña vivienda, donde albergar a un grupo de niños en los que hemos detectado una difícil situación familiar, donde se mezclan el maltrato y el abandono. No son muchos pero sí muy vulnerables, los hemos llevado a todos a diferentes internados con la autorización familiar correspondiente, pero en las vacaciones escolares cierran los internados y deben regresar a sus casas, esto supone exponerlos de nuevo a estas difíciles situaciones familiares, con una pequeña estancia donde acogerlos los mantendríamos, seguros, atendidos y recogidos.
Y para terminar os voy a dejar un tabla con la evolución del proyecto Estudiar en Chad, para que podáis ver con claridad los avances que estamos consiguiendo entre todos.
Gracias madrinas, gracias padrinos y colaboradores por seguir ahí apoyando este proyecto!
* El abandono del proyecto es por muy diversas causas y no corresponde casi nunca al fracaso escolar, las causas son dispares e incluyen desde el traslado de residencia, la huida de la justicia, el embarazo e incluso el fallecimiento.